En el pasado, el uso sistemas de CO2 transcríticos estaba limitado a climas fríos. Sin embargo, gracias a nuevas tecnologías como los sistemas booster, el uso de compresores en paralelo, subenfriadores, enfriamiento adiabático del aire del condensador y eyectores, se ha logrado aumentar el umbral de trabajo y la eficiencia de esta solución. Dadas las propiedades del CO2 como refrigerante, los equipos que se utilizan son más pequeños, lo que reduce el espacio y costos de instalación, principalmente en cuartos de máquinas, debido a que los diámetros de tuberías son muy pequeños. Lo anterior redunda en altas eficiencias, retornos de inversión en menor tiempo y, sobre todo, un ahorro energético de un 10 a un 15 por ciento con respecto a instalaciones que operan con HFC.