En el mundo de la infraestructura moderna, hay un elemento que rara vez se ve, pero que lo afecta todo: la calidad de la energía eléctrica. No es solo una cuestión técnica; es el hilo conductor que determina si un edificio funciona con eficiencia o vive al borde del colapso operativo.

Cuando la energía que alimenta un sistema eléctrico presenta distorsiones, fluctuaciones o interrupciones, las consecuencias se sienten en cada rincón del inmueble. Transformadores que se sobrecalientan, motores que fallan antes de tiempo, luminarias que parpadean, sistemas de automatización que se reinician sin aviso. Y sí, también los sistemas de climatización, que dependen de una alimentación estable para operar con precisión, pueden volverse ineficientes, ruidosos o incluso detenerse por completo.
Este tipo de problemas —armónicos, bajatensiones, flicker, interrupciones— no son raros. Son cada vez más comunes en instalaciones con alta densidad tecnológica, donde conviven variadores de velocidad, equipos electrónicos sensibles y cargas no lineales. Y aunque muchas veces se atribuyen a fallas del equipo, el origen está en la calidad de la energía que los alimenta.
Aquí es donde entra en juego el Código de Red, una regulación técnica emitida por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que establece parámetros mínimos de calidad, confiabilidad y eficiencia para todos los centros de carga conectados al Sistema Eléctrico Nacional. Su versión más reciente, conocida como “2.0”, no solo endurece los requisitos, sino que abre la puerta a una operación más inteligente y sostenible.
Desde Schneider Electric, hemos visto cómo mejorar la calidad de la energía puede tener un efecto dominó positivo en todas las edificaciones. No se trata solo de cumplir con una norma, sino de entender cómo cada componente eléctrico se relaciona con el desempeño general de la instalación. Acompañar a nuestros clientes en ese proceso —desde el diagnóstico hasta la optimización— nos ha permitido ver cómo pequeñas correcciones pueden generar grandes resultados.
En un entorno donde cada kilowatt cuenta, tener claridad sobre lo que ocurre en el sistema eléctrico es más que una ventaja: es una necesidad. Si estás enfrentando retos similares o simplemente quieres entender mejor cómo la calidad de la energía impacta tu operación, hay espacios para conversar, compartir experiencias y encontrar soluciones. Porque cuando la energía es confiable, todo lo demás funciona como debe. Consulta más información: https://www.se.co/19559646
