Carlos Alberto Cavazos Tamez, ingeniero orgullosamente originario de Monterrey, se ha destacado como uno de los líderes en el ámbito del aire acondicionado y la ingeniería HVAC (Heating, Ventilation and Air Conditioning) en México. Hoy, es Director General de Sistemas Hidráulicos del Norte, una empresa con casi 25 años de experiencia que ha sido referente en este medio.
A lo largo de su carrera, Cavazos ha sido testigo del crecimiento y la transformación de su sector. Su incursión en ASHRAE, le ha permitido no solo adquirir un vasto conocimiento técnico, sino también contribuir al avance de la ingeniería en México y en la región, convirtiéndose en presidente del capítulo Monterrey en dos ocasiones. La historia de Cavazos es un testimonio de la importancia de la educación continua, la colaboración profesional y el compromiso con la sustentabilidad.
De la trinchera técnica al liderazgo en ASHRAE
ASHRAE, le ofreció a Cavazos algo más que camaradería. Le ofreció estructura, dirección y una comunidad donde las ideas técnicas se convertían en soluciones concretas para el mundo real. Cuando se incorporó, el grupo trabajaba aún como una sección adscrita al capítulo de San Antonio. La evolución fue rápida. En el año 2000, Monterrey logró constituirse como capítulo independiente, y Carlos se integró de lleno, convencido de que era el lugar ideal para quien quisiera dedicarse de forma seria a este medio.
Durante años participó activamente. Fue secretario, coordinador de historia, y también lideró el comité técnico de transferencia de tecnología (CTTC). El involucramiento constante fue clave para que, en 2011, lo propusieran como presidente del capítulo Monterrey por primera vez. Asumió el cargo con naturalidad, respaldado por su experiencia y, sobre todo, por el trabajo colectivo que distingue a la organización. En sus palabras, “el presidente puede tener el título, pero muchas veces hay gente en los comités que trabaja incluso más”.
Más de una década después, vuelve a ocupar la presidencia. Esta segunda etapa le permite mirar hacia atrás, evaluar los avances y proyectar hacia adelante. Lo hace con una claridad técnica envidiable, pero también con una convicción ética sobre el impacto que ASHRAE puede tener en la sociedad.
En estos más de veinte años de involucramiento activo, Cavazos se ha convertido en uno de los grandes conocedores del impacto que ASHRAE tiene en el sector. Desde sus primeras intervenciones, su participación no fue solo dentro de su país, sino también a nivel internacional, influyendo en la forma en que los estándares globales se adaptan a la realidad mexicana y latinoamericana.
Normas, eficiencia y descarbonización: el ADN de ASHRAE
Hablar con Cavazos sobre eficiencia energética es como escuchar a un cirujano describir una operación compleja. Conoce cada componente, cada interacción, cada error que se suele cometer por falta de información.
Más que un simple problema técnico, Cavazos ve esto como una cuestión educativa. La falta de conocimiento, así como de un enfoque basado en normas y estándares técnicos adecuados, genera prácticas incorrectas que, a largo plazo, dañan tanto la economía de los usuarios como el medio ambiente. De ahí que ASHRAE se convierta en una guía esencial para los ingenieros en formación, y de los que ya están en el campo.
ASHRAE, a través de sus normas, juega un papel crucial en la promoción de diseños energéticamente eficientes. Uno de los estándares más relevantes, según Cavazos, es el 90.1, que establece las bases para el diseño térmico de los sistemas HVAC. Este estándar guía a los ingenieros sobre cuántas unidades térmicas británicas (BTUs) por pie cuadrado se necesitan en diferentes tipos de edificaciones, como oficinas, hoteles, apartamentos, entre otros.
Seguir estos lineamientos permite optimizar los equipos, reducir su tamaño y mejorar la eficiencia, lo que repercute directamente en una reducción en el consumo energético y, por ende, en menores costos operativos.
Casos reales que cambian el mundo
Carlos Cavazos no solo habla de la teoría. Habla con casos reales y de impacto. Recuerda un proyecto reciente que ilustra perfectamente cómo una mejora en el diseño de los sistemas HVAC puede traducirse en grandes ahorros. En este ejemplo, una cadena hotelera reemplazó sus calderas atmosféricas de baja eficiencia por unas de condensación de alta eficiencia, siguiendo las recomendaciones de ASHRAE. Esto no solo tuvo un impacto positivo en las emisiones de CO2, si no que también generó ahorros económicos sustanciales para la empresa.
En términos concretos, el cliente logró reducir su consumo de gas en 90 mil pesos mensuales, lo que permitió recuperar la inversión realizada en menos de dos años. Un ejemplo claro de cómo las buenas prácticas, basadas en la normatividad de ASHRAE, pueden hacer una diferencia significativa.
Pero el trabajo de ASHRAE no se limita solo a la mejora de la eficiencia energética en equipos. La organización también juega un papel fundamental en la reducción de la huella de carbono. Bajo el liderazgo de figuras como el presidente internacional, Dennis Knight, se ha puesto un énfasis particular en la descarbonización.
Uno de los objetivos más ambiciosos de ASHRAE es alcanzar el “net zero” en el consumo energético. Cavazos resalta que este concepto no implica simplemente limitar el consumo de energía, sino más bien, ser autosuficientes, generando la misma cantidad de energía que se consume. Este objetivo, aunque desafiante, es fundamental para enfrentar los desafíos del cambio climático y la creciente demanda de recursos energéticos en un mundo cada vez más urbanizado.

La transición hacia la autosuficiencia energética, como señala Cavazos, será fundamental en las próximas décadas. México, al igual que otros países de la región, enfrenta la realidad de contar con una capacidad de producción eléctrica limitada. Por ello, el trabajo de ASHRAE es más relevante que nunca, ya que promueve el uso de energías renovables, la mejora de los sistemas de distribución y el rediseño de los procesos industriales y de construcción.
Sembrar futuro: educación, handbooks y nuevos profesionistas
Cavazos no se conforma con lo técnico. Cree, con fuerza, que el futuro del sector pasa por la educación. ASHRAE también lo entiende así. Por eso, el capítulo Monterrey trabaja de la mano con universidades, acercando a los estudiantes al mundo del HVAC. No sólo ingenieros. También arquitectos, administradores, diseñadores. “Hay muchas áreas de oportunidad”, asegura.
Para Cavazos, el futuro del sector no está solo en las manos de los ingenieros, sino también de los futuros arquitectos, urbanistas y hasta administradores que, a través del entendimiento de los principios fundamentales de la climatización, pueden contribuir de manera significativa a la creación de espacios más eficientes, sostenibles y confortables.
ASHRAE capítulo Monterrey ofrece una serie de herramientas educativas para facilitar este aprendizaje. Los estudiantes pueden acceder a los handbooks, participar en concursos y formar parte de proyectos que les permitan enfrentar problemas reales del sector. La organización también realiza una serie de conferencias, seminarios y talleres que permiten a los profesionales mantenerse al día con las últimas innovaciones y normativas del sector.
Desde la perspectiva de Cavazos, una de las claves para el éxito de este enfoque educativo es que ASHRAE fomenta un aprendizaje continuo. “Hay mucha gente que entra al sector sin conocer los principios básicos. La educación es la única forma de cambiar eso. No hay atajos, y por eso es crucial que los jóvenes ingresen a este mundo con una buena base de conocimiento”, concluye.
En su oficina, guarda los cuatro handbooks fundamentales de ASHRAE. Los ha leído una y otra vez. Los tiene marcados con etiquetas de colores, con secciones subrayadas, con notas personales. Son su referencia constante. “Ahí está todo”, dice.
Educar para transformar, el principio de ASHRAE
Con este idea, Cavazos sigue defendiendo la importancia de las normas y estándares técnicos como una herramienta fundamental para formar ingenieros competentes, pero también subraya que la práctica es esencial.
El mensaje para los jóvenes es claro: el HVAC no es un callejón técnico. Es una avenida amplia donde caben perfiles diversos. Se puede ser ingeniero mecánico o electrónico, especialista en energía o en automatización, diseñador o gestor. “A mí me ha traído muchas satisfacciones personales”, confiesa. No se refiere sólo al éxito económico, sino a la satisfacción de saber que su trabajo contribuye al ahorro energético, al medio ambiente, al bienestar común.
Carlos Cavazos desde ASHRAE Monterrey
Con ese espíritu, ASHRAE capítulo Monterrey mantiene sus puertas abiertas. Los comités, los programas, la comunidad, todo está dispuesto para que nuevos talentos se incorporen. Cavazos lo dice sin solemnidad, pero con convicción: “Tenemos la información, tenemos la estructura, tenemos la voluntad. Lo único que falta es que se acerquen”.
El capítulo Monterrey de ASHRAE ha sido un pilar fundamental en la evolución del sector HVAC en la región. A lo largo de los años, ha promovido el conocimiento técnico y la colaboración profesional, estableciendo vínculos con universidades y organizaciones del sector. Además de ofrecer un espacio para el desarrollo de estándares y buenas prácticas, ASHRAE Monterrey se ha convertido en un centro de educación continua, capacitando a los nuevos ingenieros y contribuyendo al avance de la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Con líderes como Carlos Cavazos, el capítulo sigue mirando hacia el futuro, enfrentando los retos de un mundo que demanda soluciones cada vez más innovadoras y responsables con el medio ambiente.