¿Sabías que los humanos sufrimos una disociación psicológica sobre el fondo del océano? El hecho de que no está a nuestra vista ni tiene las mismas funciones en el agua que en la tierra, causa esta disociación. Esto hace materialmente invisible a todo lo que se encuentra debajo del mar.
Viví la sustentabilidad desde pequeña. No la entendía, pero reconocí lo que pasó cuando un arrecife de coral en el que me gustaba nadar, murió. A esa edad, desconocía los intereses políticos y económicos que un lugar como ese atraen.
Hay personas que pasan su vida entera sin conocer el mar. Otras, tienen la suerte de disfrutarlo. Pero solo un porcentaje muy pequeño conoce la belleza oculta en el fondo.
Ahora sé que la sustentabilidad se puede vivir sin tratar de entenderla, pero aprender de lo que nos enseña. Abrazar lo invisible, porque ello tiene un impacto más grande del que imaginamos.
Al llegar a la refrigeración, aunque no la entendía por completo, reconocí el impacto que tenía en nuestra vida. Empecé a entenderla cuando mi curiosidad me llevó a su influencia en el mercado, las comunidades y el planeta. ¿Sabías que casi 20 % de la demanda eléctrica en el mundo es de HVAC-R?.
Hay personas que pasan su vida entera sin percatarse de la refrigeración en su rutina. Otras, tienen la suerte de conocerla por una necesidad de enfriamiento para realizar sus actividades. Pero solo un porcentaje muy pequeño tenemos la fortuna de conocer lo que hay en el corazón de nuestros sistemas.
Un sistema de refrigeración forma parte de más de un sistema interrelacionado. Todos los actores contribuimos, desde el minado de metales, selección y manejo de refrigerante, diseño de capacidades y potencia, mantenimiento, etc. Entender el sistema del que formamos parte y cómo interactuamos con otros es clave en la sustentabilidad.
La refrigeración es vital en la pirámide de necesidades del ser humano en la sociedad moderna. Más de mil millones de personas en el mundo no tienen acceso a ella. Desde alimentación, salud, hasta seguridad, vivienda, empleo y otras necesidades básicas la emplean para el confort y acceso a servicios que mejoran la calidad de vida. Es esencial, sin ella, puede quebrar nuestra sociedad.
La industria HVAC-R presenta oportunidades únicas a nivel macroeconómico. El valor del mercado es de 230 mil millones de dólares al año que se invierten en refrigeración verde. Esto equivale al PIB de Panamá, Costa Rica y Guatemala juntos.
Según un estudio realizado por INWIC, se estima que en HVAC-R más del 60 % son empresas administradas por familiares directos. En México, las PyMEs aportan un 42 % del PIB y generan el 78 % del empleo nacional. Por ello, un redireccionamiento hacia la refrigeración sustentable puede impactar directamente en la comunidad, y por ende, en el país.
No es fácil, pero es posible y rentable lograr los retos planteados aprovechando las oportunidades existentes. Debemos eliminar la disociación de lo invisible, conocer y dar a conocer nuestra industria. Tenemos el poder y la capacidad de hacer que sea visible, solo así, podemos cambiar al mundo.
Dalia Noemi Ortega Pimienta
Ingeniera en Innovación y Desarrollo por el Tec de Monterrey con especialidad en manejo estratégico de recursos naturales y sustentabilidad corporativa y Master de Economía Verde en España. Obtuvo el Certificado de Emprendimiento Innovador del Tec de Monterrey y la Certificación en Gestión de la Economía Creativa en República Checa. Actualmente, es Coordinadora de Desarrollo Sustentable en Güntner