La planta de producción de A-HEAT en México ha cobrado protagonismo dentro de la estrategia global de sostenibilidad del grupo tecnológico europeo, gracias a su papel clave en la transición hacia un modelo energético más limpio y eficiente.
Ubicada en Monterrey, la fábrica opera como uno de los centros de mayor crecimiento para la compañía. En los últimos dos años, A-HEAT ha ampliado su capacidad instalada, lo que incluye la implementación de una línea moderna de recubrimiento en polvo y sistemas de prueba para nuevos equipos.
Esta expansión elevó temporalmente el consumo de energía, especialmente por el uso adicional de gas natural para calefacción, sin embargo, la empresa logró mantener la intensidad energética por debajo del promedio base gracias a mejoras en eficiencia.
Uno de los avances más significativos en México ha sido la adopción de sistemas fotovoltaicos. Aunque la regulación nacional limita la capacidad instalada a 500 kW por sistema, dos fábricas ya cuentan con esta infraestructura, contribuyendo a reducir la huella de carbono local. Esta inversión se suma a un plan más amplio que busca cubrir el 15 % del consumo energético del grupo con fuentes renovables para 2030.
La gestión responsable del agua también ha sido prioritaria. En una región afectada por la escasez hídrica, la planta en Monterrey ha implementado medidas de ahorro y reutilización que permitieron reducir la extracción de agua subterránea.
Actualmente, el 99 % del agua utilizada proviene de pozos propios y se somete a procesos de tratamiento para garantizar su calidad antes de la descarga. Estas acciones han permitido reducir la intensidad hídrica y acercarse al objetivo de aumentar en 30 % la eficiencia en el uso de este recurso.
En términos de emisiones, si bien el incremento en la demanda energética elevó las emisiones directas en el sitio mexicano, la implementación de sistemas solares ha contribuido a estabilizar las emisiones indirectas. Respecto a 2021, la compañía logró una reducción acumulada del 17.7 % en emisiones directas y del 25.1 % en emisiones indirectas basadas en mercado.
La fábrica mexicana también ha sido protagonista en el desarrollo de nuevas soluciones sostenibles, como parte del compromiso de A-HEAT de operar todo su portafolio con refrigerantes naturales hacia 2030. En colaboración con centros de prueba y laboratorios internos, el equipo local participa en la optimización de procesos como la descongelación eficiente y la reducción del grosor de materiales sin comprometer rendimiento, lo que disminuye el uso de recursos.
Estas iniciativas se alinean con la visión corporativa de A-HEAT, que considera la sustentabilidad no solo como una meta ambiental, sino como un pilar para la innovación tecnológica. El desarrollo de etiquetas como Impact°, que identifica productos de alto rendimiento energético y bajo impacto ambiental, permite a clientes en México y otros mercados tomar decisiones más informadas y responsables.
Con una plantilla laboral en crecimiento —más de 1,900 empleados en América— y una estrategia centrada en la circularidad, el sitio de México representa no solo un nodo industrial, sino también un referente en responsabilidad ambiental dentro del grupo A-HEAT.
La experiencia adquirida en Monterrey se proyecta como modelo para otros mercados emergentes en América Latina, donde la industria del enfriamiento enfrenta el reto de balancear eficiencia operativa con exigencias regulatorias y climáticas cada vez más estrictas.