Fundada en 1975 en Suiza, Belimo nació con una visión clara: transformar la manera en que se controla y gestiona el confort interior de los edificios a través de soluciones de automatización inteligentes. Desde su primer producto —un actuador de compuerta con acoplamiento directo, que revolucionó la industria por su diseño simple y efectivo— hasta las válvulas inteligentes que dominan hoy los sistemas hidrónicos más avanzados del mundo, la compañía ha mantenido una filosofía basada en la mejora continua, la precisión técnica y la innovación con propósito.
Ese compromiso con la excelencia ha llevado a Belimo a expandirse a más de 80 países, estableciendo operaciones robustas en Europa, América, Asia y Oceanía. Pero si bien los avances tecnológicos y la expansión global son elementos clave de su historia, hay otro componente que ha resultado determinante: las personas que integran su equipo en cada región.
Una de ellas es Elsa Edith Yáñez Ruiz, actual Sales Manager para México, Centroamérica y el Caribe. Con una trayectoria sólida en el sector HVAC y una visión estratégica que combina conocimiento técnico, liderazgo y empatía, se ha convertido en una figura clave para el posicionamiento de Belimo en el mercado latinoamericano.
La historia de Belimo en México, contada desde la experiencia
“Llegué a Belimo en 2010, justo cuando la empresa decidió pasar de una representación local a una operación directa. Fue un momento crítico. Había que construirlo todo desde cero: procesos, relaciones, estructura comercial y técnica. Pero también era una oportunidad única para moldear una operación sólida y alineada con la cultura global de la empresa”, relata Yáñez.
Desde entonces, la evolución ha sido notable. De una estructura inicial con un solo gerente de ventas, la operación en México pasó a convertirse en el centro de liderazgo para toda América Latina. Esto implicó sumar nuevos talentos, abrir canales de distribución, establecer relaciones corporativas con OEMs y contratistas, y construir una red técnica que diera soporte en toda la región.
“Uno de los grandes aciertos fue entender que México no solo es un mercado por sí mismo, sino una plataforma estratégica para influir en toda América Latina. Su cercanía con Estados Unidos, su madurez industrial y su diversidad de clientes lo convierten en un país clave”, afirma.

Bajo su liderazgo, México se ha consolidado como el país con mayores ventas de Energy Valves en la región, e incluso como uno de los referentes globales en adopción de esta tecnología. “Es un orgullo decir que el mercado mexicano ha entendido el valor que aportan nuestras soluciones. No solo por los beneficios en eficiencia energética, sino por su impacto en el confort, la operación y la gestión de edificaciones complejas”.
Tecnología con impacto real
Las soluciones que ofrece Belimo no son visibles para el usuario final, pero sí resultan determinantes para el confort de los ocupantes, el desempeño energético de los edificios y la operación eficiente de los sistemas HVAC. Sensores, actuadores, válvulas de control, medidores de flujo: cada componente cumple una función crítica en la cadena de automatización.
“Muchas veces nos enfrentamos al reto de demostrar el valor de algo que está al final del sistema, pero que hace toda la diferencia”, explica Yáñez. “Nuestros dispositivos finales de control no solo ejecutan acciones; también generan información, habilitan diagnósticos, se conectan con la nube, permiten mantenimiento predictivo y optimizan el consumo”.

Uno de los ejemplos más claros es la Energy Valve, una válvula que integra múltiples sensores, almacenamiento de datos, conexión IP y análisis en tiempo real. “Cuando se instala en un sistema sobredimensionado —como ocurre comúnmente en edificios que ya no tienen la misma carga térmica que cuando se diseñaron—, los ahorros pueden ser impresionantes. Hemos visto casos donde el flujo de agua se reduce más de la mitad sin afectar el confort, gracias al control inteligente”, detalla.
Además, la Energy Valve actúa como un nodo digital dentro del sistema de automatización. Genera un gemelo digital en la nube, ofrece diagnósticos de salud del equipo y permite compartir datos con otros sistemas mediante API. “Esa capacidad de interconectividad es, sin duda, uno de los cambios más disruptivos que hemos vivido en los últimos 20 años”.
La filosofía CESIM: productos diseñados con propósito
Belimo ha formalizado su enfoque técnico bajo el concepto CESIM, acrónimo de cinco atributos esenciales que deben cumplir todos sus productos: Comfort, Energy Efficiency, Safety, Installation y Maintenance. Esta metodología asegura que cada innovación responda a un propósito tangible y a una necesidad concreta del mercado.
“No se trata de lanzar tecnología por moda. Cada solución que desarrollamos tiene detrás años de investigación, validación y una meta clara: mejorar el confort de los usuarios, optimizar el consumo de energía, garantizar la seguridad operativa, facilitar la instalación y reducir los costos de mantenimiento”, puntualiza Yáñez.
Esa filosofía también guía la forma en que Belimo aborda la sostenibilidad. Como empresa pública suiza, la compañía publica anualmente su reporte de sostenibilidad, en el que detalla su impacto ambiental, avances en materia de economía circular, eficiencia en la fabricación y alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
“Nuestros productos no solo generan ahorro energético en la operación. También están diseñados para tener un bajo impacto ambiental desde su fabricación hasta el fin de su vida útil. Por cada unidad de energía que utilizamos en la producción, nuestros productos ahorran 24 veces esa cantidad cuando se instalan correctamente”, explica.
Liderazgo con perspectiva regional
Uno de los desafíos más relevantes que Yáñez ha enfrentado en su carrera ha sido la profesionalización del sector en América Latina. A diferencia de otros mercados con normativas robustas, muchos países de la región aún no exigen el cumplimiento de estándares técnicos avanzados en proyectos de climatización.
“Muchas veces llegamos a especificar productos con certificaciones internacionales en lugares donde nadie las exige. Eso nos obliga a educar, a demostrar con datos por qué vale la pena invertir en eficiencia energética, incluso si no es obligatorio”, señala.
Para lograrlo, Belimo ha apostado por la capacitación técnica, la elaboración de análisis de retorno de inversión, el desarrollo de herramientas de diagnóstico y la colaboración con asociaciones locales e internacionales. Uno de los programas más exitosos en este sentido ha sido Retrofit Plus, enfocado en actualizar edificios existentes para mejorar su eficiencia sin necesidad de grandes intervenciones.
“Creemos en una mejora colectiva. Donamos tiempo, conocimiento y recursos para contribuir a una industria más sólida, responsable y profesionalizada. Porque solo así podremos transformar la región”, enfatiza Yáñez.
El futuro se construye hoy
Con el 50 aniversario como telón de fondo, Belimo ha lanzado una campaña global que va más allá de la celebración. Se trata de un esfuerzo por reconocer la trayectoria, pero también de mirar al futuro con claridad y compromiso.
En su sitio web, la empresa ha publicado una línea de tiempo interactiva con los hitos tecnológicos que han marcado su evolución. También ha abierto espacios de conversación con sus colaboradores, documentado experiencias y retos personales, y reforzado su presencia en eventos internacionales bajo un mismo mensaje: “Together to the top”.
“El futuro no se improvisa. Belimo ya está pensando en los próximos 10, 20 o 30 años. Queremos ser protagonistas en la digitalización de los edificios, en la transición energética y en el diseño de soluciones sustentables. Pero eso solo es posible si seguimos apostando por la calidad, por el conocimiento y por la relación de largo plazo con nuestros clientes”, concluye Yáñez con convicción.
Medio siglo de ingeniería transformadora
Para Elsa Edith Yáñez, trabajar en Belimo no ha sido solo una experiencia profesional. Ha sido una oportunidad para construir algo duradero, formar equipos, abrir mercados y demostrar que el liderazgo técnico también puede tener rostro humano.
“Belimo me ha permitido crecer, pero también construir un legado. Hoy me llena de orgullo ver cómo México se posiciona como líder tecnológico en la región y cómo nuestros clientes valoran lo que hacemos. Estoy segura de que los próximos 50 años serán aún mejores, porque seguimos trabajando con la misma pasión, el mismo rigor y la misma filosofía con la que todo comenzó en 1975”.