Por Belimo
“Pequeños dispositivos, gran impacto”, dice el lema de Belimo. En el caso de los monitores de gases esta frase nunca fue más acertada, ya que se trata de aparatos esenciales para garantizar espacios seguros, eficientes y saludables.
De acuerdo con Jason Tables, Technical Writer & Marketing Content Producer en BELIMO Automation, la correcta detección de estos gases puede marcar la diferencia entre un entorno seguro y uno de alto riesgo. Estacionamientos subterráneos, terminales de transporte, almacenes e instalaciones automotrices pueden convertirse en zonas de alto riesgo por la acumulación de gases tóxicos.
En estos espacios, monitorear en tiempo real no es opcional, es vital. Es aquí donde los dispositivos de Belimo entran en acción, ya que permiten controlar la calidad del aire interior (Air Indoor Quality) y activar la ventilación sólo cuando se necesita, optimizando así la eficiencia energética y reduciendo costos.
Por qué monitorear gases en instalaciones cerradas
Uno de los gases más críticos y peligrosos que los propietarios y administradores de estacionamientos deben monitorear es el monóxido de carbono (CO), un gas incoloro, inodoro y altamente tóxico generado por la combustión incompleta de los automóviles que operan con combustibles fósiles. Su acumulación puede provocar desde mareos en las personas hasta consecuencias de salud fatales.
Otro gas de riesgo es el dióxido de nitrógeno (NO₂), emitido principalmente por motores diésel. Este contaminante puede provocar problemas respiratorios y contribuir a la formación de smog. Por ello, monitorear sus niveles en muelles de carga, talleres o estacionamientos interiores es crucial para proteger la salud de trabajadores y visitantes.
Además, en entornos industriales donde se utiliza hidrógeno (H₂) —como las baterías de combustible para centros de datos, vehículos propulsados por hidrógeno y estaciones de carga de baterías de plomo-ácido—, es indispensable vigilar de forma constante su presencia para prevenir explosiones o incendios, ya que se trata de un gas altamente inflamable.
Tecnología aplicada al control inteligente del aire
Los monitores de gas Belimo están calibrados de fábrica y pueden detectar hasta dos gases simultáneamente, como CO y NO₂, gracias a su diseño moderno. Equipados con relés y salidas analógicas para controlar directamente los sistemas de ventilación, integran BACnet MS/TP para comunicarse fácilmente con sistemas de automatización de edificios (BMS).
Ideales para instalaciones comerciales e industriales que requieren precisión constante en la medición de CO y NO₂, miden y detectan las emisiones de los vehículo y gases tóxicos, activando la ventilación sólo cuando es necesario. Lo anterior reduce considerablemente el consumo energético frente a los sistemas de ventilación constante. Algunos modelos, además, permiten asignación de grupos en sitio, lo que optimiza el control por zonas en la misma red.
Jason Tables destaca la versatilidad de estos dispositivos y subraya que cada aspecto de su diseño está pensado para facilitar la instalación, mejorar la eficiencia energética y aumentar la seguridad del entorno. Además, gracias a su tecnología CAN bus peer-to-peer, permiten conectar hasta 32 dispositivos en red sin necesidad de cableado complejo, lo que reduce costos de instalación y facilita la zonificación de la ventilación.
Más que sensores: garantía, calidad e integración
Con 50 años de experiencia en la industria HVAC, Belimo respalda sus monitores de gas con una garantía de cinco años, mientras que sus módulos de sensor de reemplazo cuentan con un año de cobertura. Están fabricados con materiales de alta calidad, desde la selección de componentes hasta la inspección final.
Como enfatiza Jason Tables, de BELIMO Automation, los sensores de calidad y las soluciones bien diseñadas no solo protegen la salud, sino que también mejoran el confort y reducen costos operativos.
En resumen, los monitores y sensores de Belimo ofrecen una solución precisa, confiable y repetible, diseñada para adaptarse fácilmente a cualquier sistema de automatización de edificios y, sobre todo, para cuidar la salud, la eficiencia operativa y la seguridad en entornos donde cada segundo y cada respiro cuentan.
