La arquitecta que entró al mundo de la refrigeración y cambió las reglas del juego
Cuando Araceli Sandín Pérez cruzó por primera vez las puertas de Grupo Refrigerantes, no imaginaba que su trayectoria profesional tomaría un rumbo completamente inesperado. Graduada como arquitecta y en busca de su primer empleo, fue el azar —o quizá algo más profundo— lo que la llevó hasta el mundo de la refrigeración. Un universo técnico, tradicionalmente dominado por hombres, donde los compresores, las cámaras frigoríficas y los sistemas de 25 toneladas de refrigeración parecían tener poco espacio para voces femeninas. Pero ella llegó para demostrar lo contrario.
Tres años después, su nombre quedó inscrito en la historia de la industria nacional: es la primera mujer en México certificada bajo el Estándar de Competencia EC0506, que avala los conocimientos teóricos, prácticos y actitudinales necesarios para prestar servicios de instalación y mantenimiento de sistemas de refrigeración de hasta 25 toneladas. Un logro que trasciende lo técnico. Su certificación representa un símbolo de ruptura, apertura y transformación dentro de una industria que apenas comienza a abrir sus puertas a la inclusión.
Un camino técnico, humano y desafiante
“Fue un proceso largo, pero muy enriquecedor”, recuerda Araceli con voz firme. La evaluación que superó es una de las más exigentes dentro del campo técnico en refrigeración: 2 horas y 15 minutos de pruebas teóricas, seguidas de 6 horas y 15 minutos en campo. En ese trayecto, no bastaba con memorizar procedimientos. Había que demostrar dominio sobre prácticas sustentables, manejo de equipos, normativas ambientales y, sobre todo, un compromiso con las buenas prácticas en instalación, mantenimiento, reparación y actualización de estos sistemas.
Lo más importante es que este estándar no se limita al conocimiento técnico. El EC0506, avalado por organismos como ANDIRA, ANFIR, ANFAD, IMEI, SUMe y ASHRAE Capítulo Ciudad de México, también exige actitudes y valores: legalidad, respeto, responsabilidad social. Araceli, a cada paso, no solo cumplió con los requisitos, los encarnó.
“Para mí, ser la primera mujer certificada es un orgullo”, afirma. “No por el título, sino por lo que representa. Es la validación de un proceso de aprendizaje, de haber dejado atrás el miedo a no encajar y de haber demostrado que las mujeres también tenemos un lugar aquí”.
Una pionera entre compresores y resistencia
La historia de Araceli, sin embargo, no se cuenta únicamente desde las aulas o las evaluaciones. También está escrita en las jornadas en obra, las mañanas polvorientas, los días de calor extremo y la fatiga tras tender tuberías o montar una cámara de refrigeración. A pesar de que su perfil parecía más apto para oficinas o diseño, Araceli se adentró en el campo, donde las condiciones no hacen distinciones de género.

Pedro Hernández Mondragón, director del Instituto de Capacitación en Refrigeración y Aire Acondicionado de Grupo Refrigerantes —centro autorizado para la evaluación EC0506— fue uno de los encargados de guiar y evaluar su proceso. “Desde el primer día, mostró una actitud de compromiso poco común”, recuerda. “Su perfeccionismo fue una fortaleza. A veces se frustraba cuando algo no salía bien, pero eso la hacía trabajar el doble. Y hoy, gracias a esa constancia, se ha convertido en referente”.
Para Pedro, el logro de Araceli tiene un valor doble. Por un lado, cumple con todos los criterios técnicos del estándar. Por el otro, es una inspiración tangible para otras mujeres que buscan abrirse camino en oficios donde aún son minoría.
EC0506: más que una certificación, un parteaguas
El Estándar de Competencia EC0506 no es un documento cualquiera. Desarrollado por un colectivo técnico de alto nivel —donde convergen, además de los organismos mencionados, importantes empresas como BOHN, DANFOSS, GÜNTNER, COPELAND, CHEMOURS, entre otras—, este estándar define las capacidades requeridas para manejar sistemas de refrigeración que operan con compresores reciprocantes o tipo scroll con un sistema de arranque directo, excluyendo los refrigeradores de tipo doméstico que se caracterizan por utilizar sistemas con compresores de tornillo.
Los sistemas de compresores de tornillo requieren un arranque distinto al directo, especialmente porque utilizan en configuraciones en paralelo, de dos etapas o en cascada. Este tipo de sistemas suele emplearse con amoníaco (NH₃) y con refrigerantes naturales como bióxido de carbono (CO₂), propano, butano, entre otros (HC).
Su enfoque está centrado en la excelencia técnica, pero también en el impacto ambiental. Para ser certificado bajo EC0506 no basta con reparar un equipo: hay que hacerlo con conocimiento, ética y conciencia del entorno. En otras palabras, la certificación no solo valida lo que se sabe, sino cómo se actúa.
“El mayor reto ha sido el desconocimiento”, explica Araceli. “La ignorancia puede ser un obstáculo enorme, pero con capacitación constante y con el apoyo adecuado, ese obstáculo se vuelve escalón”.
Capacitar, inspirar, replicar
Hoy, Araceli no solo aplica lo aprendido. Forma parte del área de capacitación de Grupo Refrigerantes, donde transmite su experiencia a otros técnicos —y técnicas— que buscan profesionalizarse en el sector. Desde ahí, su rol ha mutado: ya no es solo una aprendiz, ahora es formadora, mentora y, para muchas, un ejemplo.
“Sí se puede”, repite como mantra cuando habla con mujeres interesadas en seguir su camino. “Si tienen dudas o miedos, que los enfrenten. Que se acerquen, que se capaciten, que lo vivan. Hay muchas mujeres con el talento y la capacidad para desarrollarse en esta industria. Solo hace falta que den el paso”.
En ese sentido, su labor también se vuelve política: cada nueva mujer que se inscribe a una capacitación, cada técnica que se presenta a una evaluación, representa un golpe contra el prejuicio. Un pequeño movimiento sísmico en la estructura aún rígida del oficio técnico.
Romper estigmas, construir futuro
En sus 40 años de experiencia, Pedro Hernández ha observado de todo en el mundo de la refrigeración. Lo que no había visto hasta ahora era un caso como el de Araceli: una arquitecta que decide aprender desde abajo, se enfrenta al campo con determinación y alcanza una certificación que, hasta entonces, era territorio masculino.
“Su ejemplo demuestra que este sector está listo para abrirse. Que ya no se trata de fuerza, sino de técnica, preparación y compromiso”, concluye Pedro. “Estamos ante una industria que necesita evolucionar, que debe integrar más mujeres no como excepción, sino como norma”.
La certificación EC0506, respaldada por la Secretaría de Educación Pública (SEP), a traves del Consejo Nacional de Normalización y Competencias Laborales (CONOCER), y es válida en todo México. Y su difusión es fundamental, porque significa que técnicos certificados pueden ejercer con legalidad y con respaldo institucional. Más aún, puede ser la llave para acceder a mejores oportunidades laborales, seguridad en el empleo y un camino claro hacia la profesionalización.
Un nuevo aire para la industria
La historia de Araceli Sandín Pérez no es solo una anécdota de éxito. Es una advertencia suave, pero firme, para una industria que necesita renovación. Una historia que obliga a repensar qué significa ser técnica, cómo se construyen las trayectorias profesionales y por qué es urgente que más mujeres se certifiquen, trabajen y lideren dentro de este campo.
Hoy, en cada aula donde se capacita a nuevos técnicos, en cada cámara de refrigeración que se instala bajo su supervisión, Araceli está dejando huella. No por ser la primera mujer certificada en el EC0506, sino porque está decidida a que no sea la única.