La descarbonización del sector HVACR y la transición hacia refrigerantes de bajo o nulo PCA se han convertido en prioridades estratégicas para México. Con la entrada en vigor de la Enmienda de Kigali, el país enfrenta una transformación profunda que exige modernizar tecnología, reducir gradualmente el uso de HFC, fortalecer la eficiencia energética y elevar el nivel de profesionalización técnica en todos los eslabones de la cadena de valor.
En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), en coordinación con la Unidad Nacional de Ozono (UNO) de SEMARNAT, convocó y organizó un Study Tour en Madrid para un grupo de empresas e instituciones clave del país. La delegación mexicana estuvo liderada por Teresa Zárate Romano, Coordinadora Nacional de Proyectos para la Implementación de la Enmienda de Kigali en SEMARNAT, cuyos esfuerzos han sido fundamentales para articular las acciones regulatorias, tecnológicas y formativas necesarias para cumplir con los compromisos internacionales. El objetivo del estudio fue conocer de primera mano los modelos regulatorios, tecnológicos y operativos que han permitido a Europa avanzar hacia un sistema HVACR más seguro, eficiente y sustentable, y que hoy ofrecen una guía valiosa para acelerar la transición en México.
Una delegación que representa al ecosistema completo del HVACR en México
La delegación estuvo integrada por empresas e instituciones provenientes de todos los eslabones del sector. Participaron cadenas de retail y conveniencia como 7-Eleven, cuya operación diaria depende de miles de equipos frigoríficos; fabricantes como Bohn e Imbera, actores clave en la transición tecnológica; empresas de instalación y servicio como Norcul, Proveedora de Climas, Centro Frío Climatización, Grupo Aislacon, Lozada Ingeniería y Grupo Refrigerantes, responsables de la implementación y el mantenimiento en campo; organismos como FIDE, promotor de eficiencia energética; y entidades institucionales como el IMSS, ANCE, CONUEE, y el propio CET, que representan los pilares normativos, regulatorios y de certificación necesarios para la transformación.
Esta diversidad permitió que el aprendizaje no solo fuera técnico, sino también estratégico: cada sector observó en España una pieza del rompecabezas que México debe ensamblar para cumplir con Kigali.
Lecciones clave desde España: un modelo avanzado de transición y profesionalización
Las sesiones, visitas técnicas y recorridos por laboratorios, centros de formación y la Feria C&R permitieron identificar aprendizajes clave que pueden orientar la ruta de México en su transición hacia tecnologías de bajo GWP. Cada interacción —desde los espacios de capacitación, los pisos de exhibición y las instalaciones operativas en supermercados y empresas— ofreció una visión tangible de cómo Europa ha construido un ecosistema regulatorio, tecnológico y humano que sostiene su avance. Estos elementos, vistos en conjunto, trazan un mapa claro de oportunidades y desafíos para el sector HVACR mexicano.
1. Regulación robusta, certificación obligatoria y trazabilidad de competencias
España opera bajo un marco regulatorio que exige certificación para manipular refrigerantes regulados, y cuya tendencia evoluciona hacia incluir refrigerantes alternativos y naturales. Pero el aprendizaje más profundo va más allá del requisito legal: en Europa la certificación está integrada en la cultura del sector. Técnicos, empresas y supervisores la entienden como un mecanismo de seguridad pública, responsabilidad profesional y garantía para el consumidor.
Este modelo confirma que México no solo necesita estándares, sino también una estrategia de adopción que construya confianza y obligatoriedad progresiva.
2. Refrigerantes naturales: tecnología madura, estable y probada a gran escala
Lo observado en Carrefour, CEISLAB y Ecoforest demuestra que los refrigerantes naturales no son experimentales ni limitados a nichos especializados. El CO₂ transcrítico opera con estabilidad en supermercados de alto tráfico; el R-290 se utiliza en equipos comerciales con excelente rendimiento; y el NH₃ continúa siendo indispensable en aplicaciones industriales.
Lo más revelador fue comprobar que estas tecnologías funcionan en un ecosistema completo de diseño, monitoreo, capacitación y mantenimiento. La transición no ocurre equipo por equipo, sino sistema por sistema.
3. Digitalización total del mantenimiento y operación
España confirmó un hecho que México aún no asume en su totalidad: la digitalización es parte estructural del ciclo de eficiencia energética. Todas las instalaciones visitadas utilizan plataformas EMS/BMS, análisis de datos, monitoreo remoto, alarmas inteligentes, mantenimiento predictivo y sistemas de control avanzado.
Esto permite:
- inspecciones más rápidas,
- menor desplazamiento físico de técnicos,
- detección anticipada de fallas,
- ahorro sustancial de energía,
- reducción de emisiones indirectas.
La digitalización no es un lujo: es el nuevo estándar operativo.
4. Los Certificados de Ahorro Energético (CAE) como motor financiero de la transición
Los CAE funcionan en España como un mecanismo que convierte la eficiencia energética en un beneficio tangible. Cada acción de ahorro genera un certificado que puede comercializarse o utilizarse como comprobación de cumplimiento. Este modelo fomenta inversiones en equipos más eficientes, automatización, aislamiento y tecnologías de bajo PCA.
Para México, adoptar un mecanismo inspirado en los CAE permitiría escalar la transición sin depender exclusivamente de subsidios o regulaciones.
5. APIEM: un modelo ejemplar de formación técnica aplicada
APIEM dejó claro que la profesionalización se logra con infraestructura, método y disciplina. Sus laboratorios equipados, su metodología basada en competencias, su alineación con la regulación y el entusiasmo de sus estudiantes reflejan un modelo que integra escuela, industria y gobierno.
Este enfoque demuestra que México puede —y debe— crear más Centros de Evaluación especializados, con programas de enseñanza modernos y con instructores formados en tecnologías emergentes.
6. La eficiencia energética como un sistema, no un componente
España entiende la eficiencia energética como una estrategia integral: ventanas aislantes, vidrios de control solar, persianas automatizadas, impermeabilizantes de baja transmitancia térmica y energías alternativas reducen hasta 30% la carga térmica del edificio.
Esto significa que los sistemas HVACR no deben compensar deficiencias arquitectónicas. En México, integrar estos elementos desde el diseño sería un salto estratégico hacia la sostenibilidad.
El CET: profesionalización como pilar para la implementación de Kigali
Para que México pueda adoptar refrigerantes naturales, tecnologías de bajo GWP y sistemas digitalizados, los técnicos deben estar capacitados y certificados. La experiencia en España reafirma que la certificación no es un trámite, sino un sistema de aseguramiento técnico que garantiza seguridad, eficiencia y cumplimiento normativo.
El CET impulsará la actualización de los Estándares de Competencia, el desarrollo de un tronco común formativo, la creación de Centros de Evaluación y la integración de nuevas tecnologías como CO₂ y R-290 en los programas de capacitación.
Conclusión
España mostró que la transición tecnológica, regulatoria y energética es posible, sostenible y replicable. Pero el verdadero aprendizaje es que la transformación no ocurre de manera aislada: requiere empresas comprometidas, técnicos capacitados, reguladores sólidos y una visión común.
Este Study Tour, organizado por ONUDI a través de la Unidad Nacional de Ozono de la SEMARNAT, es una señal clara de que México está dando los pasos correctos. Ahora toca convertir el conocimiento en acción.
