Ante la salida del mercado de diversas sustancias que por muchos años se han empleado en la industria, empresas y academia han tenido que investigar y desarrollar nuevas soluciones, que permitan combatir el deterioro ambiental causado por sus predecesoras
Eréndira Reyes
En las últimas décadas, a nivel mundial, la industria de la refrigeración ha estado sometida a una continua transición tecnológica con el fin de disminuir y desplazar el uso de refrigerantes que dañan la capa de ozono e influyen en el calentamiento global. De igual forma, se demandan diseños que favorezcan el ahorro energético y se promueva la diversidad en fuentes de energía.
En México, las alternativas propuestas han incidido en el cambio de fluidos refrigerantes y su sustitución por otras mezclas de refrigerantes “ecológicos” denominados MP-39 y MP-66, entre otros. De ahí que se haya fomentado la destitución de los clorofluorocarbonos (CFC) e hidroclorofluorocarbonos (HCFC), y buscar la forma de reemplazarlos en los sistemas de calefacción, aire acondicionado y refrigeración.
Sin embargo, las instituciones gubernamentales, academia e industria apenas han profundizado en expandir científica y tecnológicamente la aplicación de refrigerantes naturales, como el CO2, agua, amoniaco e hidrocarburos, mientras que esta circunstancia en otros países ya ha abierto oportunidades a la inventiva, emprendimiento de las empresas y el desarrollo de cadenas productivas de componentes para sistemas de enfriamiento que emplean estos fluidos de trabajo.
Ahora bien, los individuos y las organizaciones que son consumidores directos de energía se encuentran en la posibilidad de reducir su consumo al disminuir costos y promover la sostenibilidad económica y política, así como las buenas prácticas medioambientales.
En la actualidad, las tendencias se dirigen hacia la búsqueda de la generación de energía a través de fuentes renovables y de una mayor eficiencia en la producción y el consumo de la electricidad.
Mientras que los usuarios industriales y comerciales buscan aumentar la eficacia y maximizar el beneficio de tales prácticas, entendiendo que el consumo energético está directamente relacionado con la situación económica, en los últimos años ha sido necesaria una aproximación global que permita el diseño de políticas apropiadas en este rubro.
Los programas existentes para el control del consumo energético en diversos productos varían de país a país. Por lo general, cada nación define sus alcances y sus metas en relación con la tecnología disponible en su territorio, con los acuerdos internacionales firmados y con los compromisos mundiales que involucran a naciones desarrolladas y en desarrollo por igual.
En México, al ser una nación en desarrollo, sus regulaciones suelen diferir en parámetros y evaluación en comparación con los que aplican en otros países. Los casos de Estados Unidos (EUA) y Canadá sirven para ejemplificar esta diferencia. En fechas recientes, el Departamento de Energía de EUA (DOE, por sus siglas en inglés) anunció modificaciones a la legislación del país en lo que respecta a la eficiencia energética de sus equipos, las cuales han sido adoptadas también por Canadá. Para México, estas modificaciones resultan de gran importancia debido a que diversas empresas fabricantes de equipos de refrigeración exportan sus productos a los vecinos del norte; si sus parámetros de operación y consumo no coinciden con las nuevas exigencias, podrían ver disminuida su participación en dichos mercados, lo que no supone una opción.

En paralelo, el Instituto de Aire Acondicionado, Calefacción y Refrigeración (AHRI, por sus siglas en inglés) anunció, en una mesa redonda de líderes de la industria realizada en la Casa Blanca, su compromiso de invertir 5 mil millones de dólares en investigación durante los próximos 10 años para los nuevos refrigerantes y equipos de aire acondicionado que estén entrando en el país del norte.
Durante el evento, Steve Yurek, Presidente y CEO de AHRI, reportó que la industria gastó más de 255 millones en este segmento durante los últimos diez años y que la cifra anunciada para el presupuesto de los próximos diez años estará destinada a gastos de investigación y desarrollo, a fin de desarrollar y comercializar tecnologías de bajo potencial de calentamiento global (GWP), lo que demuestra el compromiso de la industria en gestión ambiental.
“El Programa de investigación de refrigerantes y desarrollo de equipos de nuestra industria ha hecho grandes progresos, incluso desde el evento en la Casa Blanca del año pasado”, expresó Yurek en un informe oficial que se encuentra en la página del instituto, señalando que AHRI está terminando la segunda fase de un importante proyecto de cuatro años de investigación para identificar a la próxima generación de refrigerantes.

Panorama cambiante
Ante ello, surge la pregunta acerca de los tipos de refrigerantes que están llegando a EUA, como son los naturales A3 (inflamables), los refrigerantes sintéticos (ligeramente inflamables) y el bióxido de carbono, refrigerante natural A1 que tiene presiones de trabajo muy elevadas y un punto crítico muy bajo, lo cual lo hace difícil de operar.
Para saber más del tema, se consultó al ingeniero Gildardo Yáñez, quien nos habló un poco sobre las medidas que tendrán que tomar los instaladores.
“Se requiere de capacitación nueva para poder instalar y dar mantenimiento a equipos e instalaciones para los nuevos refrigerantes. En el caso de los refrigerantes A3 y A2L, están sujetos a una carga máxima del equipo y a medidas de seguridad adicionales del equipo”, indicó el ingeniero Yáñez, quien para dejar más claro este tema, dijo que se pueden tomar los siguientes ejemplos:
- Para los equipos autocontenidos de refrigeración con refrigerante A3 no se pueden rebasar de los .150 kilogramos
- Para los equipos autocontenidos de aire acondicionado de ventana con refrigerante A3 se tendrán que considerar parámetros que van desde los .23 kilogramos hasta 1 kilogramo. Esto, dependiendo de la altura sobre el nivel del piso a la que van a instalarse
- Si el refrigerante es el R-32, la carga de refrigerante va desde los 3.12 kilogramos hasta los 7.96 kilogramos
- La altura mínima de instalación es de 1.8 metros sobre el nivel del piso
- La capacidad de enfriamiento va de los 5000 BTU / h hasta los 34000 BTU / h
- Las bombas de calor también están sujetos a restricciones de carga máxima de refrigerante
- En la primera fase no se pueden usar estos gases en sistemas divididos como medida de seguridad
Las medidas que se están tomando en el país del norte impactarán en toda la industria; sin embargo, son necesarias, sobre todo ante los compromisos establecidos por EUA en el tema de cambio climático.
Ahora bien, el presupuesto establecido por AHRI para la investigación de este tipo de productos también es un tema que se tuvo que revisar con antelación, ya que a la industria le corresponde investigar sobre las nuevas generaciones de refrigerantes y es un hecho que se ha dedicado a desarrollar equipos más eficientes y con un bajo potencial de calentamiento global.
Para el experto, las alternativas que existen también serán:
- Invertir en investigación para desarrollar nuevos equipos en aplicaciones de uso específico que puedan utilizar los nuevos refrigerantes
- Invertir en los refrigerantes ligeramente inflamables
Se trata de medidas que ya se están poniendo en marcha, con el propósito de llegar a un plan de eliminación gradual de los HCF a través del Protocolo de Montreal; por lo mismo, países como México, Canadá y los EUA han sido los principales promotores de la enmienda, para que los refrigerantes HFC queden incluidos en el ámbito de acción del Protocolo de Montreal.
Este fin de año, además, la industria podrá conocer los acuerdos que se generarán en la COP 21, cuando las medidas a seguir podrán ser, entonces, más claras.
¿Cuánto tiempo tomará la transición de estos nuevos productos en México?
Si bien desde hace años la transición de refrigerantes ha sido gradual y constante, la entrada de nuevos productos enfrentará a la industria nacional a un reto. El ingeniero Gildardo Yáñez opina que en el caso de los equipos autocontenidos para refrigeración doméstica y comercial, el uso de refrigerantes naturales A3 ya están disponibles y son usados en México; sin embargo, su popularidad aún es mínima en comparación con la utilización de otros productos.
“En México estamos eliminando los HCFC, como el R-22 y el agente de limpieza R-141b, así que tenemos la oportunidad de elegir si migramos los equipos a la tecnología probada de los refrigerantes HFC de alto potencial de calentamiento global que ya enfrentan un proceso de eliminación en la Unión Europea y EUA o la tendencia se mueve directamente al uso de los refrigerantes naturales inflamables A3 y los refrigerantes sintéticos ligeramente inflamables A2L.
En este sentido, la industria tendrá que esperar las medidas que establecerán la COP 21 y las regulaciones que se desencadenarán posteriormente ante estas medidas. El cambio con base en lo que opinan los especialistas será constante y se tendrá que evaluar cuál será la mejor opción.
1 comentario
Gracias Ing. Gildardo por compartirme las inovaciones y noticias en nuestro medio y mantenerme al dia en el amplio mundo de los refrigerantes